Derecho Comparado
Protección de Datos Personales
Durante los últimos años, las leyes de retención de datos se han vuelto cada vez más populares en países europeos. Estas requieren que los proveedores de servicios de Internet, las empresas de telecomunicaciones y las plataformas en línea almacenen metadatos sobre sus usuarios, lo que facilita mucho a los gobiernos la implementación de la vigilancia masiva.
El 6 de octubre 2020, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) puso un gran obstáculo a esta práctica creciente. El tribunal dictaminó que los sistemas indiscriminados de retención masiva de datos son ilegales según la legislación de la UE. Si bien su interpretación aún deja abiertas algunas lagunas críticas, en general, es un paso hacia la protección del derecho a la privacidad a escala mundial.
¿De qué se trata esta sentencia?
La sentencia del TJUE fue en realidad una colección de tres sentencias contra los servicios de inteligencia británicos, franceses y belgas, diciendo que, excepto en circunstancias específicas, la ley de la UE se aplica cada vez que un gobierno nacional obliga a los proveedores de telecomunicaciones a procesar datos, incluso cuando se hace en el nombre de la seguridad nacional.
Los servicios de inteligencia del Reino Unido requerían que las corporaciones privadas le entregaran metadatos de comunicaciones en forma masiva, mientras que los servicios de inteligencia belgas y franceses requerían que las empresas retengan grandes cantidades de datos de forma indiscriminada durante períodos de tiempo establecidos. No importa cómo se implemente, la recopilación y retención de datos masivos siempre facilitan la vigilancia masiva y abren la puerta a los abusos de la privacidad.
El fallo no es perfecto. Por ejemplo, el tribunal permitió la retención de datos cuando existe una amenaza inminente y grave a la "seguridad nacional", un criterio vago del que fácilmente se podría abusar. Además, las sentencias francesa y belga establecen diferentes estándares para algunos tipos de metadatos, como las direcciones IP utilizadas para acceder a un sitio web y los datos de los suscriptores.
Aún así, el hecho de que esta decisión limitará severamente la cantidad de datos que los servicios de inteligencia de metadatos pueden recolectar y retener indiscriminadamente es algo para celebrar.
■ Abogacía Digital
